El sector da por superadas las restricciones ligadas al COVID
Con el anuncio de la apertura de las fronteras en Japón y la eliminación de la exigencia de test para entrar en Estados Unidos, la industria MICE pasa página en el capítulo más duro de su historia.
A mediados de febrero de 2020 publicamos por primera vez en este medio que la pandemia de coronavirus estaba teniendo efectos en la industria MICE internacional. Tras numerosas informaciones vinculadas a la paralización del sector aéreo, el cierre de hoteles y venues, la limitación de aforos o imposición de protocolos sanitarios, las últimas noticias apuntan a una clara recuperación de la actividad en la mayoría de destinos del mundo.
El anuncio por parte de Estados Unidos de la eliminación de restricciones para los viajeros que lleguen al país por vía aérea era uno de los más esperados. Hasta el 12 de junio era necesario presentar un test negativo realizado en las 24 horas previas a la llegada.
Japón anunció también este mes la aceptación de grupos en el país, siempre y cuando cuenten con un programa organizado previamente y siempre y cuando cumplan una estricta serie de requisitos en caso de contagio.
En Europa, fueron Suecia y Hungría en febrero; Reino Unido, Irlanda, Polonia y Rumanía en marzo, quienes eliminaron antes que el resto la obligación de presentar un esquema de vacunación completo para poder acceder a su territorio. Aunque actualmente algunos países siguen exigiendo un certificado de vacunación o el uso de mascarilla en espacios públicos y transporte, esto ya no se considera un obstáculo para los viajes profesionales.
En Latinoamérica, en países como Chile aún es necesario solicitar un permiso para transitar por el país y este no se genera de manera inmediata. Sin embargo, en la mayoría de destinos solo es necesario rellenar un formulario a través del que conseguir un código QR que permite automáticamente el acceso.
En Asia, incluso los destinos que durante más tiempo extendieron la obligación de realizar cuarentena a los viajeros no vacunados como Corea del Sur, han levantado sus restricciones. China sigue no obstante cerrado a los visitantes extranjeros.
Nueva Zelanda es otro de los países que más está retrasando la apertura de sus fronteras pero ya ha anunciado que a partir del 1 de agosto los pasajeros vacunados podrán acceder. Australia sin embargo sigue negando la entrada a los visitantes no vacunados e imponiendo restricciones a los viajeros que no proceden de Europa y la región Asia-Pacífico.